martes, 8 de julio de 2008

La Ermita de la Concepción

En la España del Barroco la devoción a la Inmaculada Concepción estaba muy extendida. Aunque el dogma fue definido el 8 de diciembre de 1854 por le Papa Pío IX, el Concilio de Trento ya dejaba claro que: “al hablar del pecado original, (este concilio) no intenta comprender a la bienaventurada e inmaculada Virgen María”. El dogma de la Inmaculada Concepción sostiene que María “fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer instante de su Concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del género humano...”.
Desde el siglo XVII, diferentes documentos (Libros de Visitas, Protocolos Notariales, Ma de Consells, Libros de Actas de Plenos…) hacen referencia a la ermita de la Concepción de Aspe. Gracias a este material podemos establecer la siguiente cronología:
- En 1628 el obispo de Orihuela visita las dos ermitas existentes en la villa, la de san Juan (primera iglesia de Aspe) y la de la Concepción, encontrándolas aptas para el culto.
- En 1632 el Vicario General de la Diócesis también inspeccionó ambos oratorios.
- En 1637 la ermita estaba funcionado como parroquia debido al estado ruinoso que presentaba la Iglesia de Nuestra Señora del Socorro (antigua Mezquita Mayor). Volvió a servir de parroquia en 1678 mientras duraron los trabajos de reparación de los arcos de la iglesia.
- Se sigue citando la ermita en sucesivas visitas hasta el año 1756.
- En la visita de 1679 se indica su localización a extramuros de la villa, fuera de la población.
- En 1699 se llevaron a cabo importantes obras de remodelación y ampliación del oratorio costeadas principalmente con la limosna de los hornos. Finalizados los trabajos, el entonces rector de la parroquia de Aspe, don Bartolomé Rico, dejó constancia del traslado en procesión de la imagen de la Purísima Concepción a su nuevo santuario el día 7 de diciembre de aquel año y de la bendición del recinto a cargo del obispo. Después la imagen retornó al templo parroquial donde permaneció por espacio de tres días. El día 10, concluidas las celebraciones y funciones litúrgicas en honor a la virgen, fue llevada de regreso a su ermita, escoltada en el trayecto por una compañía de alardo que capitaneaba Pedro Miralles de Antón (estas compañías de alardo son el precedente de las fiestas de moros y cristianos, típicas del levante español).
- En 1725 los maestros del oficio de sastre de la villa hicieron uso del recinto sagrado para celebrar junta gremial.
- En 1741 se fundó la Cofradía de la Concepción.
- En 1797 se estaba construyendo adosada a la ermita la vivienda o casa-habitación de los ermitaños.
- En abril de 1842 el Ayuntamiento se dirige a la Diócesis pidiendo autorización para emprender obras de reparación en el edificio y para que además de dar cabida a las celebraciones religiosas sirviese, en los días no festivos, como local de instrucción.
- En julio del mismo año, la corporación municipal autoriza a la viuda del encargado del cuidado y aseo de la ermita a seguir habitando en la casa contigua a ésta, donde la mujer llevaba viviendo más de 14 años.
- En noviembre los vecinos de la calle Concepción solicitan la demolición de la ermita ante el estado ruinoso que presentaba el edificio.
- El 27 de diciembre el Ayuntamiento acuerda proceder a “la demolición de lo que resulte amenazar ruina”.
- Enero de 1843. El coste de los trabajos de demolición de la ermita dirigidos por el maestro de obras Antonio Alcaraz asciende a 210 reales.
- El 7 de mayo de 1844 una exposición dirigida por la municipalidad al Jefe Superior Político de la Provincia hacía hincapié en la necesidad de la “composición de la hermita de Nra. Sra. de la Concepción”.
- 30 de octubre de 1846. Las obras del nuevo oratorio todavía no habían concluido por falta de fondos y resultaba imposible hacer coincidir la bendición de la ermita con los festejos que iban a celebrarse con motivo del enlace real de Isabel II y Francisco de Asís.
- En tiempos recientes la ermita de la Concepción fue vendida a un particular y desde los años 80 del siglo XX funciona como almacén de colchones.
Ojalá este singular edificio vuelva a ser patrimonio común de todos los aspenses en un futuro no muy lejano.

Para saber más:
- MARTÍNEZ CERDÁN, C., MARTÍNEZ ESPAÑOL, G. y PEDRO SALA TRIGUEROS, F., Devociones religiosas y lugares de culto en Aspe en la Época Moderna (siglos XVII y XVIII), Ayuntamiento de Aspe, 2005, pp. 32-37.
- AA.VV., Aspe. Medio Físico y Aspectos Humanos, Ayuntamiento de Aspe-Concejalía de Cultura, 1998, p. 363.

1 comentario:

Uqbar dijo...

Nos empeñamos en demoler y volver a levantar las cosas. Estos escritos por suerte mantienen la historia en pie, ajena a ruinas o a las grietas que el tiempo ha provocado en los edificios.

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Aspe, Alicante, Spain
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