martes, 24 de noviembre de 2009

SEPTIEMBRE, 1936.



Tras la Guerra Civil, el régimen del general Franco encargó al Ministerio Fiscal la misión de instruir un proceso informativo conocido como Causa General sobre la actividad represiva y los hechos delictivos cometidos por el llamado bando republicano. El largo proceso acumuló una abundantísima documentación que hoy se conserva en el Archivo Histórico Nacional.

Según la Causa General el asalto, saqueo y destrucción de los edificios dedicados al culto se produjo en la localidad de Aspe en septiembre de 1936[1]. Los establecimientos religiosos atacados y destruidos total o parcialmente fueron: La iglesia parroquial de Nuestra Señora del Socorro, la ermita de la Concepción, la ermita de la Santa Cruz, el Calvario, la cruz cubierta de la calle de la Cruz y la cruz cubierta de Orihuela.

En relación a la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Socorro, puede leerse en la documentación que un nutrido grupo de personas, jóvenes en su mayoría ( de quienes se desconocía la identidad), derribaron las puertas del templo parroquial y se entregaron al saqueo y la destrucción de la ornamentación interior. En un lugar distante aproximadamente dos kilómetros del casco urbano fueron quemados los objetos e imágenes religiosas. El templo fue usado durante la contienda como garaje y almacén o depósito de intendencia para el calzado.
La ermita de la Concepción fue asaltada el mismo día que la iglesia y por el mismo grupo de personas, siendo destruidas todas las imágenes y la ornamentación interior del oratorio. En tiempo de guerra se utilizó como almacén de abastos.
Enclavada en lugar elevado en uno de los extremos del pueblo, la ermita de la Santa Cruz fue derribada y destruida totalmente. También el oratorio del Calvario ubicado en el centro de la población (lugar conocido como “los banquicos”) fue saqueado y destruido.
Por último, la Causa General habla de la suerte que corrieron las dos cruces cubiertas (cruces de término) existentes en el pueblo desde antiguo, una en un extremo de la Calle de la Cruz y la otra (más antigua que la primera) al final de la calle Castelar, conocida como Cruz de Orihuela. Ambas fueron derribadas y arrasadas por completo. Sobre la Cruz de Orihuela la documentación destaca que era una “verdadera joya de arte, habiendo asistido al acto de la bendición de la misma el inmortal religioso fray Luis de León”.


[1] Cfr. ESPAÑA. MINISTERIO DE CULTURA. SECCIÓN FISCALÍA DEL TRIBUNAL SUPREMO DEL AHN, CAUSA GENERAL, 1396, EXP.12.

viernes, 17 de julio de 2009

ASPE A FINALES DE LA EDAD MEDIA.

 
Allá por el siglo XV, nuestra comarca, el valle de Elda, estaba habitada mayoritariamente por mudéjares o, lo que es lo mismo, por gentes de religión musulmana, descendientes de aquellos moros que, tras la reconquista a mediados del siglo XIII, habían permanecido en los dominios cristianos. Atendiendo a la documentación disponible y según las  conclusiones a las que han llegado los estudiosos, la aljama de Aspe sería la más poblada de esta zona por delante de la vecina localidad de Novelda, lo que la convertía en uno de los “lugares de moro” más populosos de toda la Gobernación de Orihuela, cuyo territorio abarcaba buena parte de la actual provincia de Alicante. Esta importancia viene refrendada por testimonios como el del viajero alemán Jerónimo Münzer: de entre todas las poblaciones mudéjares productoras de uva-pasa del valle del Vinalopó, sólo cita el nombre de la de Aspe en la obra donde describe el viaje que realizó por España y Portugal entre los años 1494 y 1495. Para nuestro pueblo, se estiman alrededor de 1500 habitantes en el año 1493 y más de 2000 almas en vísperas de la expulsión de los moriscos, poco más de un siglo después. Cuando en 1517, otro ilustre viajero, Hernando Colón, hijo del Descubridor, escriba sobre su paso por  nuestro pueblo camino de Elche dejará constancia del sobrenombre con el que a la sazón era conocida la aljama de Aspe: “Granada la chica”.



Los cristianos, por tanto, eran minoría en Aspe y en las localidades ribereñas del Vinalopó, a excepción de los dos núcleos de población más importantes: Villena y Elche. Todavía a finales del XVI, el censo de población de la diócesis de Orihuela del año 1597 computaba para  Aspe 456 vecinos (cabezas de familia), de los cuales sólo 70 eran cristianos viejos y 386 moriscos o cristianos nuevos.



También muy escasa era la población judía. Antes de la expulsión de 1492, aparecen documentadas unas pocas familias en Aspe. Conocemos el nombre de algunos de aquellos judíos. Muçé Abenbern, rabino, Abraniel, médico, Jahuda Gemel, platero de profesión (argentari), su madre Jamila -presa en las cárceles de la villa en 1489, junto a otros correligionarios, por el caso de ciertas joyas de oro y de plata-, Jahuda Abenpica, Abraham Algemel…  aproximadamente una docena de familias, cincuenta o sesenta individuos, no muchos más, cohesionados en torno a la sinagoga de la judería.



Nuestro pueblo era lugar de señorío y no de realengo: pertenecía a un noble. En 1424, el caballero Ximen Perez de Corella compró Aspe y Elda a doña Violante de Bar, viuda del rey Juan II de Aragón. En 1448, don Ximen recibirá de manos del monarca aragonés el título de conde de Cocentaina. Durante setenta y tres años la familia Corella gobernará Aspe. Transcurrido este tiempo, en 1497, don Juan Ruiz de Corella, III conde de Cocentaina, sin descendencia y con acuciantes problemas económicos, venderá la villa al noble castellano don Gutierre de Cárdenas por un precio de 41.000 libras de  Valencia. Gonzalo Fernández de Oviedo destacaba en sus “Batallas y quincuagenas” el buen negocio que había hecho don Gutierre al adquirir la rica y populosa villa de Aspe:



“donde se hazen aquellos hierros de lanza famosos ques de seiscientos o setecientos vecinos, que en aquella saçón eran merced. Esa villa, el comendador mayor la compró (le costó noventa mill doblas) del conde de Oborsa (sic) e de Cocentaina. E la teja solamente dese pueblo se valía solamente lo que dio por ella. Aunque a la verdad, en aquel tiempo valían más cien mil doblas e más hacienda se obiera por ellas, que agora por ciento cinquenta mill. Es una muy buena villa e rica, Azpe; e junto a las que hemos dicho de Elche y Clevillén, en el reyno de Valencia”.



La documentación referente a la compra realizada por don Gutierre y a la toma de posesión de la villa de Aspe ha sido estudiada recientemente por el historiador aspense Gonzalo Martínez Español.



Los señores pertenecían al estamento de los privilegiados, gozaban de una serie de prerrogativas y derechos económicos, sociales, jurídicos, etc. Recibían de sus vasallos las rentas sobre las tierras de cultivo, eran dueños de los monopolios señoriales (hornos, molinos, tiendas, mesones, pilón de carne, montes, pastos…), los cuales solían cederse al consell o a la aljama para ser arrendados a particulares mediante subasta. Los señores impartían justicia en causas civiles y criminales, pudiendo condenar a penas de sangre (azotes y mutilaciones) e incluso dictar sentencias de muerte que se ejecutaban, si nada lo remediaba, en la horca de la villa. El cadalso se colocaba preferentemente en lugares con mucho tránsito o afluencia de personas: plazas, caminos o accesos a las poblaciones.

El señor debía vigilar su territorio y proteger a sus vasallos de las incursiones de los almogávares granadinos o de los asaltos y rapiñas de otros nobles vecinos y  rivales, como era el caso del linaje antagonista de los Maça de Liçana, señores de Novelda y Monóvar. En este contexto se ha de situar también el enfrentamiento casi permanente entre los pendencieros señores de Aspe y la villa de Elche, conflicto en el que no faltaron los lances guerreros. A las cabalgadas del conde y su gente por tierras ilicitanas respondía la hueste de Elche invadiendo el término de Aspe. De modo que los continuos pleitos entre ambas villas salpican el siglo XV. Diversos motivos llevarían a las disputas: el aprovechamiento de las aguas, las reclamaciones territoriales, los episodios de celadas a mercaderes, los secuestros de mudéjares para pedir rescate, etc. Juan Pedro Asencio pensaba que estos desencuentros y enfrentamientos, incluido el contencioso relativo al derecho sobre las aguas, quedarían de alguna manera resueltos o si quiera suavizados tras la adquisición de nuestro pueblo por don Gutierre, quien, para entonces, ya llevaba un tiempo siendo señor de Elche. El hijo mayor de don Gutierre, don Diego de Cárdenas y Enríquez,  será el primer duque de Maqueda.


El señor no residía en Aspe así que nombraba a un representante suyo en quien delegaba funciones, era el bayle (batle) o lugarteniente de bayle. Este delegado del señor debía defender los intereses y derechos de la Señoría y velar por el buen estado de las arcas dominicales.

La organización municipal de la aljama o de su análogo cristiano, el consell, estaba constituida por el alcadí-justicia, los jurats, consellers-vells, almotazaf, síndic, etc. Parece ser que la insaculación era el sistema empleado en la elección anual de los oficios y cargos municipales. Los munícipes se reunían periódicamente  para tratar aquellos asuntos que afectaban al común de los vecinos de la villa. En el ya mencionado documento de la toma de posesión de 1498 aparecen relacionados los nombres de las personas que detentaban los diferentes cargos municipales, tanto de la aljama mudéjar como del consell cristiano. Los integrantes de la aljama y del consell se habían reunido por separado para dar la posesión de la villa, baronía y castillo de Aspe, como era costumbre en ocasiones semejantes a aquella: los primeros en la mezquita mayor y los segundos en la modesta iglesia de la villa (oratorio de san Juan). Existen noticias relativas a la existencia de tres mezquitas en el Aspe medieval. La mezquita mayor ocuparía lo que hoy es la capilla de la Comunión de la Basílica de Nuestra Señora del Socorro. En cuanto al modesto templo cristiano bajomedieval, un documento eclesiástico del siglo XVII recuerda que la ermita de san Juan fue la primera iglesia cristiana que hubo en la villa de Aspe. Junto a esta ermita se levantó, más tarde, el Hospital de la villa o Casa de Caridad, donde se atendía a peregrinos, enfermos y pobres. El hospital y la ermita se encontraban en el centro de la población, en la antigua plaza de la Fruta (espacio situado entre el arco del edificio histórico del Ayuntamiento y la actual avenida de la Constitución, en otro tiempo Plaza de los Álamos).

Inmediatamente después de recibir los juramentos de fidelidad y vasallaje de la aljama, del consell y de la mayor parte de los vecinos, el procurador de don Gutierre de Cárdenas se dirigió al castillo para tomar posesión del recinto. La fortaleza no es otra que el Castillo del Aljau. Una reciente intervención arqueológica en la ladera izquierda del río Tarafa ha sacado a la luz los restos de la fortificación a la que aquí se alude. Es llamativo y conviene destacarlo: el alcaide o castellano del castillo de Aspe era un moro llamado Mahomat Alisbizi, quien será confirmado en su puesto por el representante del nuevo señor, el caballero santiaguista don Juan de Luján, respetándose, de este modo, un privilegio conferido desde antiguo a los mudéjares de Aspe.

Un buen castillo de argamasa y tierra en la parte del Aljau; las depresiones del Tarafa y del Barranco como fosos naturales. La villa presentaba un contorno cerrado al exterior según el sistema defensivo conocido como “casamuro”: los mismos muros de las viviendas - sin huecos, sin resquicios hacia fuera- y algún tramo de tapia harían las veces de muralla. La población permanecería clausurada por las noches y en los momentos de peligro: incursiones de saqueo, pestes, etc.

En el interior, el laberíntico entramado urbano estaría formado por calles estrechas y tortuosas, callejones sin salida y numerosas “rinconás”. En la toma de posesión de 1498 se habla de un portal llamado de la “Exerea”, el único vestigio que nos queda hoy es el topónimo. Es probable que existiese, al menos, otra abertura en el cerco de la villa que daría salida a la “almohaja” y a la huerta del Fauquí. Una calle principal atravesaría el pueblo de un extremo a otro, de una puerta a otra.

La plaza era el espacio más relevante, el centro geográfico, político, religioso, económico, social y lúdico de la población. El corazón de Aspe. En la plaza y aledaños se encontraban el palacete porticado de la Señoría donde residía el bayle; junto a éste los almacenes, cuadras y bodegas; también las cárceles de la villa, la mezquita mayor con su enhiesto minarete y su fuente para las abluciones rituales, la sencilla iglesia cristiana, la taberna…

La de Aspe es gente pacífica y laboriosa. Son diestros artesanos, reconocidos maestros de la fragua y del trabajo del hierro, afamados agricultores que han creado una fértil huerta, envidia de toda la comarca. El producto agrícola estrella es la famosa uva-pasa que se exporta a lugares tan lejanos como Italia o centroeuropa. También son muy apreciados otros productos como las habas y los higos.

Cada sábado, en la plaza, por privilegio concedido por el rey de Aragón don Juan II, la villa celebra mercado. Cada sábado, un día después de la fiesta musulmana del viernes y un día antes del domingo cristiano. Los buhoneros y tenderos ofrecen sus mercancías al humilde vecindario. La gente es feliz si puede satisfacer sus necesidades básicas: un plato de comida, un vestido y un techo bajo el que cobijarse.

Desde un promontorio sobre el Barranco (donde también se ubicará una torre o pequeña fortificación  y, mucho más tarde, un calvario) se divisa la mayor parte del término: los campos de vides y de olivos, las blancas alquerías con sus palmeras e higueras, los montes circundantes, el arroyuelo de aguas frescas y cristalinas, las acequias y acueductos que conducen el preciado líquido hasta la feraz huerta, los abrevaderos de las bestias y las fuentes de los hombres, donde las mujeres van a llenar sus cántaros...

Es un buen lugar para vivir. Cinco siglos después continúa siéndolo.




lunes, 6 de julio de 2009

TOMA DE POSESIÓN DE LA VILLA DE ASPE DE 1668 (1).


Sepulcro de doña María Guadalupe de Alencastre y Cárdenas, duquesa de Maqueda y señora de Aspe, en el Monasterio de Guadalupe (Cáceres).




Los documentos de tomas de posesión de la villa de Aspe nos ofrecen abundantes e interesantes datos históricos. Además de darnos a conocer el desarrollo y ceremonial del acto de posesión, nos aportan valiosa información sobre diversos aspectos del régimen señorial (prerrogativas del señor, relaciones señoría-vasallos, monopolios señoriales, señorío jurisdiccional…) o sobre la organización y cargos municipales, algo nos dicen de la realidad social y económica del momento y nos dan noticias de la localización de hornos, molinos, posadas u otro tipo de establecimientos.
No es la primera vez que en este blog se habla de una toma de posesión de la villa de Aspe y, probablemente, tampoco será la última. En esta ocasión, os ofrezco un esquema-resumen de la toma de posesión de 1668:

- El documento está escrito en lengua valenciana.
- Procurador: D. Agustín Rodríguez Márquez, caballero de la Orden Militar de Santiago.
- Señora de Aspe: Doña María de Guadalupe Alencastre y Cárdenas, Duquesa de Avero y Maqueda, Marquesa de Elche, etc.
- Fecha de la toma de posesión: 18 de abril de 1668.
- Llamamiento público a todo el vecindario y convocatoria con repique de campanas para tener consejo general en la Iglesia de la villa “segons estil y es acostumat tenir y celebrar”.
- Asistentes: Joan Cremades de Damian, Justicia/ Alfonso Miralles, Pere Pastor, Jurados/ Frances Bonbati, Frances Cremades, Síndico/ Antonio Pastor, Mustasaf/ Joan Alcaraz, Sobrecequiero/ Joan Soria, Jaume Beltran, Alonso Garcia, Lluis Gumiel, Francisco Miralles major, Gines Roca, Gines Perez, el doctor Emanuel Pareja, Lluch Pastor, Miguel Hernández, Joan Pérez, Gines Puerto, Andreu Terol, Diego Preto, Consellers/ numerosos vecinos… siendo todos juntos “la major part dels concellers vehins y habitadors de dita vila…”
- Homenaje y juramento de fidelidad a doña María de Guadalupe Alencastre y Cárdenas en la persona de don Agustín, reconociéndola como señora de Aspe…
- El procurador, en nombre de la duquesa, jura guardar los fueros, leyes, privilegios, usos y buenas costumbres de la villa de Aspe.
- Los allí congregados “anediren al presbiteri de la dita esglesia ahon estava aseyt en una cadira lo dit Agosti Rodrigues Marques procurador dessus dit y Jurasen a nostres señor Don Jesuchrist y al seus sants quatre evangelis, e prestaren los homonages per besament de ma y muscle al dit don Agosti Rodrigues Marques…”
- Destitución de los cargos y oficios municipales y restitución en las mismas personas que antes los ejercían.
- Simbolizando la jurisdicción criminal de la duquesa sobre sus vasallos aspenses, se plantan tres palos en la plaza a modo de horca y se cuelga “un tros de llens”.
- También se ordena el apresamiento de Joan Coloma “per certes noticies que contra aquell y havia y averiguades no ser verdaderas encontinent lo mana excarcerar…”
- Posesión de la huerta y de todo el término de Aspe.
- Posesión del Horno Nuevo propio de la Señoría.
- Posesión del “Forn vulgarment dit del barranch”.
- De la “Casa Cantereria vulgarment dita de la Juderia”.
- “Casa Cantereria vora del Riu”.
- “Casa Cantereria vulgarment dita de Avinent”.
- “Moli de la vila” ("Molino del Río").
- “Casa Cantereria vulgarment dita del Raco”.
- Posesión de “una casa situada en lo Raval del moli que confronta ab casa de joan Perez, ab casa de Vicent Rodrigues, y ab casa de Gines Puerto que solia ser de la Santa Inquisicio…”
- Carnicería y Pilón de la carne.
- Casa Panadería pública.
- Posesión de la Casa Palacio situada en la plaza de la villa.
- “Dos bodegues contigues situades en la plaça de dita vila davall dels graners…”
- Posesión de los Graneros (construidos sobre las bodegas).
- Hostal de la villa (en la plaza).
- “Forn situat en lo carrer de la Yglesia”.
- Llamamiento a todos los vecinos, feudatarios y terratenientes, que tienen que pagar “los reddits censos arrendaments emoluments y demes drets a señor pertanents en la dita vila a la dita Exma. Señora Duquesa de Avero…”





(1) Cfr. ESPAÑA. MINISTERIO DE CULTURA. SECCIÓN NOBLEZA DEL AHN, BAENA, C. 165.

domingo, 15 de marzo de 2009

ROGATIVAS POR LLUVIA A LA VIRGEN DEL HONDÓN-VIRGEN DE LAS NIEVES.


El sacerdote aspense Fracisco Galván, rector de la parroquial del Socorro y ferviente devoto de la Virgen de las Nieves, registró en el Libro II Racional de la Iglesia de Aspe lo que depararon las rogativas por agua que se celebraron en la villa de Aspe entre los años 1673 y 1687. Las rogativas se realizaban para obtener del cielo, por intercesión de la virgen, el don precioso del agua.

1673:
- 4 de abril. Primer día de rogativas: “se trajo a la Virgen del Ondón por rogativas de agua”.
- 12 de abril. Llovió.
- 16 de abril. Llovió. Traslado de la imagen a su ermita de los Hondones. El párroco dejó anotado en el libro: “bolvimos la Virgen al Hondón con una compañía de soldados que abria quarenta y se tiraron cosa de 200 lrs. de polvora y sones, y la noche antes llovio y a la que queria bolver la procession del Hondon llovio mucho…”

1674:
- 1 de abril. “ Fi a traher la Virgen del Ondon por rogativa de agua”.
- 13 de abril. Llovió.
- 22 de abril. Retorno de la imagen a su santuario.

1675:
- 26 de marzo. Traslado a Aspe.
- 21 de abril. “Se bolvio la Virgen al Hondon”.

1676:
- 4 de marzo. “Se trajo a la Virgen del Hondon por Rogativa de Agua”
- 5 de marzo. Llovió durante ocho horas seguidas.
- 8 de marzo. Llovió mucho.
- 11 de marzo. Llovió.
- 12 de marzo. Llovió mucho.
- 14, 15 y 16 de marzo. Llovió los tres días.
- 18 de marzo. “Llovio tanto que toda la tarde estuvo el Santisimo patente por rogativa de serenidad”.
- 8 de abril. Escribe el sacerdote: “Se llevo la Virgen del Hondon a su Hermita con solemne procession con una compañia de soldados, y aviendo estado aqui desde cuatro de Março hasta hoy; açi empeço a llover y casi todos los dias llovio mucho, tanto que a 18 de Março fue menester sacar al Smo Sacramento patente toda la tarde, por rogativa de serenidad, y continuando los mas dias en llover mucho, se passaron dias y noches tocando las campanas, y conjurando las nuves por çerenidad, y aviendo determinado el concejo de que se llevase a su casa en 4 de los corrientes llovio todo el dia y viendonos afligidos con el dia que amanecio el dia 8 resolvimos de salir lloviendo y en el collado nos mojamos algo y assi como llegamos a la Hermita, paro de llover todo el dia y muchos dias hiço lindos soles, con que se ve que por esta Santa Imagen conseguimos de Dios cuanto le pedimos, si pedimos agua antes de las veinte y quatro horas que llego a la Parroquia nos la dio con mucha abundancia; si pedimos çerenidad luego que la bolvemos a la Hermita, la tenemos, que pareçe cosa de prodigio…”

1677:
- 7 de marzo. “Procession del Hondon”. Llovio.

1678:
- 6 de marzo. “Se trajo a la Virgen”.
- 10 de marzo. Llovió.
- 15 de marzo. Llovió y nevó.
- 27 de marzo. “Bolviose la Virgen a la Hermita…”

1679:
- Rogativas del 5 de marzo al 16 de abril.

1680:
- 10 de marzo. Se trae a la imagen desde Hondón.
- 31 de marzo. Se devuelve a su sitio.

1681:
- 13 de abril. Se trajo a la Virgen.
- 16 de abril. Llovió.
- 23 de abril. Llovió.
- 24 de abril. Llovió mucho.
- 26 de abril. Llovió.
- 2 de mayo. Se traslada la imagen de la virgen a Hondón escoltada por una compañía de soldados. En el trayecto, sucedió algún percance con los frascos de pólvora, viéndose afectados Jusepe García, organista, Tomás Cerdán y Manuel Alenda, aunque deja bien claro el cura que: “ ninguno tuvo desgracias, sino que la Virgen les libro sin lesion alguna…” Es claro que Francisco Galván aprovechaba cualquier ocasión para poner de manifiesto el carácter milagroso de la sagrada imagen con la intención de acrecentar entre sus paisanos la devoción a la Virgen de las Nieves.
- 29 de junio. “Procesion al Hondon por rogativas de çerenidad y este dia cessaron las aguas y no llovio en todo el verano…”

1683:
- 3 de febrero. Se trajo a la Virgen.
- 5 de febrero. Llovió.
- 6 de febrero. Llovió mucho.
- 14 de febrero. “Buelta de la Virgen al Hondon con una compañia de soldados, en el collado se rebento el frasco a Agustin Mira y Juan Calataiud cada uno con dos libras de polvora sin daño de las personas”.

1684:
- 4 de mayo. Se trae a la Virgen.
- 6 de mayo. Llovió.
- 8 de mayo. Llovió.
- 14 de mayo. Se lleva a Hondón.

1685:
- 11 de abril. “Procesion de la Virgen del Hondon”.

1687:
- 6 de abril. Se trajo la virgen y llovió.

viernes, 6 de marzo de 2009

TOMA DE POSESIÓN DE LA VILLA, CASTILLO Y BARONÍA DE ASPE POR DON JOHAN DE LUXAN, PROCURADOR DE DON GUTIERRE DE CÁRDENAS, SEÑOR DE ASPE. (1)



20 DE MAYO DE 1498, DOMINGO:

- Fueron convocados mediante pregón público por las plazas y lugares acostumbrados todos los vecinos de cualquier estado y condición para celebrar consejo y dar la posesión de Aspe al procurador (representante) de don Gutierre. Los mudéjares se reunieron en la mezquita mayor (Sagrario) y los cristianos en la iglesia (Ermita de san Juan, hoy desaparecida).
- El moro Ajunquet es el pregonero o “corredor publich de la dita vila”.
- El documento ofrece una relación de los cristianos presentes en la iglesia para el acto de posesión: " Luys Alonso de Villena lochtinent de batle… "
- Relación de los mudéjares presentes en la mezquita mayor: "Mahomat Alazmar alcadi… "
- Moros y cristianos juran fidelidad y vasallaje a D. Johan de Luxan “procurador del dit espectable don gutierre de cardenes senyor ver e indubitat de la dita vila castel e baronia”.
- Se dirigen en comitiva al castillo de la villa (castillo del Aljau) y el procurador toma posesión del lugar y confirma en su puesto al alcaide o castellano de la fortaleza, el mudéjar Mahomat Alisbiri.
- Se trasladan a la plaza para tomar posesión de la “casa del senyor construhida dins la dita vila”.
- Marchan al portal de la villa “apelat de la exerea”.
- Vuelven a la plaza y, en la lonja de la casa del señor, don Johan de Luxan confirma en sus cargos a los oficiales y representantes del Consell (cristianos) y de la Aljama (musulmanes).
- Cabalgan hacia las fuentes “hon naix laygua de la dita vila”. Se escenifica la posesión de todo el término de Aspe: de las aguas, de los campos, de las huertas…
- Van al lugar donde estaban las horcas para simbolizar, colgando de una cuerda un manojo de hierba, la posesión de la jurisdicción alta y baja, mero y mixto imperio.

21 DE MAYO DE 1498, LUNES:

- D. Johan de Luxan celebra audiencia en “el porche o llongeta que esta davant la dita casa del senyor”.
- Posesión de la prisión de la villa.
- Finalmente el procurador jura en nombre de don Gutierre respetar los privilegios y fueros conferidos desde antiguo a la villa de Aspe sin menoscabo de ninguno de ellos.


(1) Cfr. ESPAÑA. MINISTERIO DE CULTURA. SECCIÓN NOBLEZA DEL AHN, BAENA c. 165.

Datos personales

Aspe, Alicante, Spain
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