martes, 22 de mayo de 2012

Año 2012. Año par.


Conforme al concordato vigente, le corresponde a la villa de Aspe celebrar las fiestas patronales en honor a la Virgen de las Nieves los años pares. El pueblo hermano de Hondón lo hace los impares.
No se puede entender Aspe sin la devoción que sus gentes profesan a la Virgen de las Nieves. Esta veneración ha ido forjando, generación tras generación, la personalidad de este pueblo. Los hijos de Aspe, individualmente o formando parte de asociaciones y colectivos, se acogen a la protección y patronazgo de su amada virgen.


Según la tradición, la sagrada imagen se apareció de forma prodigiosa en la ermita de los “Ondones de Aspe” allá por el año 1418. Han resultado infructuosos hasta la fecha los intentos por encontrar documentos fidedignos referidos a este milagroso origen. Las primeras alusiones documentales al culto y devoción que la villa tributa a María de las Nieves se remontan a principios del siglo XVII. Estos documentos (Libros de Visitas, Libros Racionales, Mà de Consells de la vila y baronia d´Asp, etc.) aportan datos sobre la antigüedad de esta devoción o sobre el peligro que corrió la continuidad de la celebración de la festividad de la virgen de las Nieves -que fue descuidada durante algunos años en el primer tercio del XVII- y cómo las autoridades religiosas y civiles evitaron que se perdiera, mandando restablecerla y nombrando mayordomos encargados de velar por su cuidado y permanencia. Sumamente interesante es el artículo publicado por don José María Alcaraz - ilustre hijo de Aspe que fue obispo de la diócesis de Badajoz- en la revista La Serranica del año 1926, titulado “Notas históricas sobre el culto de la Santísima Virgen de las Nieves en la villa de Aspe”. Habiendo consultado documentación hoy desaparecida y referida a la visita pastoral que el obispo de la sede oriolana D. Andrés Balaguer realizó a la villa de Aspe en el año 1607, nos cuenta el autor que  la aljama de Aspe, es decir, la comunidad que constituían los mudéjares de la población, se hacía cargo del pago de la “dobla” o misa cantada del día de la festividad de la virgen de las Nieves. Así pues, fueron los moros, luego convertidos en “cristianos nuevos de moro” o "moriscos", tras los bautizos forzosos practicados a mediados de la segunda década del siglo XVI, los encargados de sufragar todos los años en Aspe y hasta su expulsión en 1609 la misa cantada en honor de Santa María de las Nieves el día de su fiesta.

A lo largo de todo este tiempo y hasta la actualidad, los aspenses no han dejado de festejar a su patrona, de acogerse a la intercensión de la “Serranica”, de acudir a ella en momentos de tribulación - rogativas por lluvia, epidemias u otras aflicciones- y de darle gracias en la alegría de los episodios felices de la existencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hoy acompañando a la Virgen en Aspe. En Romería ..la familia Mellinas Perea y Carrascal Porras representados por sus hijos José y Miluska..mucha salud y bendiciones

Datos personales

Aspe, Alicante, Spain
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